11.1.13

Cuentos del Cuarto de Hora - La canción

Hoy voy a recuperar uno de los viejos relatos -más de diez años- de cuándo me dio por escribir en la sobremesa relatos en un cuarto de hora. Qué lo disfrutéis:


La Canción 
No se sabe a ciencia cierta cuándo o cómo se creó La Canción. No existen registros fiables de ninguna clase de aquellos remotos tiempos, de forma que habremos de fiarnos de los mitos y leyendas que hacen referencia a este asunto. Según estas dudosas fuentes el primero en disponer de La Canción fue un ingeniero electrónico, un programador, profesión que en aquellos remotos tiempos resultaba extremadamente común por lo que ha podido saberse. Todos los mitos coinciden en que se encontraba este programado -a veces llamado el Tarareador y otras veces el Silbador y cuyo nombre real nos es desconocido- realizando su trabajo -cuya misteriosa naturaleza nos ha resultado imposible determinar, pero que al parecer consistía en estar horas y horas sentado delante de un aparato de entretenimiento electrónico- cuando comenzó a silbar La Canción. No es necesario que describamos cómo es La Canción. 

Como todos podemos comprender aquella melodía le resultó agradable, rítmica, apaciguadora; y comenzó a tararearla o tal vez a silbarla a todas horas tal vez porque le gustaba, tal vez para aplacar una suerte de transtorno mental que tenían llamado estrés. Todo parece indicar que poco después sus compañeros de trabajo andaban tarareando, o tal vez silbando, aquella canción, que encontraban tan sumamente atractiva. Y así, poco a poco, imperceptiblemente, La Canción fue creciendo en la comunidad que rodeaba al Silbador. Primero sus compañeros de trabajo, sus allegados, sus vecinos, y lentamente expandiéndose como un sonido de esperanza por toda la ciudad que habitaba. 

En pocos meses toda la ciudad se encontraba mucho más animada, contenta, satisfecha con cosas que antaño hubiesen parecido insoportables, y todo el mundo silbaba entre dientes alguna de las notas de La Canción. Fue entonces cuando Richard Starshine compuso la primera de las versiones cantadas de La Canción, creemos que conocida como "La amistad me ha revivido". El disco fue instantáneamente un éxito a escala mundial, y Starshine encumbrado a cotas de artista de categoría universal. No pasó mucho tiempo antes de que surgieran por todas partes del mundo versiones de "La amistad me ha revivido", en todos los idiomas del planeta -hay que aclarar que por aquel entonces existían al menos unos dos mil idiomas diferentes. Y muy pronto comenzaron a nacer nuevas melodías que iban completando La Canción: "Amor de los sueños" de Elyssa Kamiroga, "Nacer en el amanecer" de Lisa Greenfield, "Vivir" de Los Coleópteros, "Canto a Cristo" de la Sacerdote Clara Gómez, etc... 

En pocos años todas las personas del plantea cantaban La Canción, al menos unas pocas estrofas aquí y allá, sintiéndose cada vez más alegres y más propensas a ayudar a sus semejantes. Poco a poco todas las cosas que antaño les parecieron extremadamente importantes resultaban absurdas y carentes de sentido si no estaban destinadas a ayudar a los demás. Hasta los líderes mundiales comenzaron a usar La Canción en sus mítines y casi sin darse cuenta empezaron a creer realmente el una Paz Mundial duradera y en la necesidad de ayudar a los países más necesitados. 

En 30 años el planeta fue completamente pacificado, reorganizado, por una cada vez más feliz población tarareadora de La Canción. En 50 años la verdadera importancia de La Canción fue reconocida y así nacieron los diversos Movimientos Cantantes, que promovieron difundieron, depuraron las diversas estrofas de La Canción. Cada vez La Canción era más ella misma y finalmente fue unificada junto con todos los Movimientos Cantantes en la Iglesia Universal de la Verdad Cantada. 

Todas las pruebas químicas sobre las ruinas de las ciudades demuestran que estos mitos realmente fueron verdad hace al menos unos 5000 años. Desde entonces hasta ahora los terrícolas han vivido en una sociedad agrícola plenamente feliz, acunados por La Canción, que guía sus vidas, las colma, y les ayuda a superar los peores momentos, las cosechas desastrosas y las pérdidas de seres queridos. 

La conclusión de la comisión exploratoria es que la raza humana es completamente inútil y con casi total seguridad se encuentra infectada por un virus de naturaleza semática o espiritual de procedencia desconocida. Este virus es potencialmente peligroso pese a su adaptación a la raza humana, al menos para todos los integrantes de la Federación con receptores auditivos. De forma que la recomendación de esta comisión sólo puede ser la exclusión de los humanos, el bloqueo permanente de su planeta y de las comunicaciones electromagnéticas y telepáticas; y que se tome en consideración de crear una comisión destinada a determinar la necesidad del exterminio de la Humanidad, basándose en la Acta XF-34534-TF de peligrosidad ideológica, so pena de que un peligrosísimo sema de felicidad y pasividad bloquee por completo el desarrollo tecnológico de la Federación. 

Nassrall Lhäugh, Observador Amudell.  
         Comisión de Exploración Terrícola                 
Brazo Slargh. Federación de Planetas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está muy bien, y es cierto que una humanidad así sería muy aburrida, como un planeta poblado solo por árboles.

P.S.: Por un momento me vino a la cabeza "Mercadonaaa, Mercadonaaaaa"